El auge del trabajo remoto y el teletrabajo ha introducido una gran cantidad de beneficios profesionales y personales. para empresas y particulares. Desde mejoras en el equilibrio entre la vida personal y laboral hasta una mayor escalabilidad, las ventajas del trabajo remoto no pueden subestimarse, y ciertamente se han vuelto más evidentes a raíz de la pandemia de COVID-19.

Sin embargo, este profundo cambio también ha introducido numerosos desafíos de seguridad cibernética que deben abordarse y enfrentarse de manera proactiva. A medida que más empresas adoptan la digitalización y comienzan a operar sin una ubicación fija, los procesos tradicionales de oficina para salvaguardar datos confidenciales deben volverse más ágiles. Las amenazas cibernéticas existen en casi cualquier punto de entrada a la infraestructura de una empresa, por grande o complicada que sea su red, razón por la cual los equipos remotos (ya sean uno o cientos de profesionales) deben adaptarse rápidamente.

Datos recientes muestran que el 72% de las empresas globales están preocupadas por los riesgos de seguridad de los empleados que trabajan de forma remota, una cifra inferior a la de 2022, pero que sigue siendo alarmantemente alta. Como tal, es crucial construir una cultura de conciencia cibernética.

Este artículo explora algunos de los riesgos de seguridad más frecuentes que enfrentan los trabajadores remotos y brinda consejos prácticos para minimizar estos riesgos y superarlos en caso de que los enfrente. Al final de esta guía, estará mucho más capacitado para adoptar el estilo de vida del teletrabajo con mayor confianza y tranquilidad.

Comprender los riesgos de seguridad comunes que enfrentan los trabajadores remotos

El trabajo remoto amplía su superficie de ataque, ya sea que su negocio sea una operación en solitario o si tiene varias personas trabajando para usted. Independientemente de cómo esté tejida la red empresarial, existen vulnerabilidades que los ciberdelincuentes están ansiosos por explotar, por lo que es crucial familiarizarse con las amenazas comunes.

Algunos de los riesgos de seguridad más urgentes incluyen (pero no se limitan a):

1. Phishing (Suplantación de identidad)

El phishing sigue siendo la amenaza más potente, común y versátil para los trabajadores remotos (con un estimado de 3.400 millones correos electrónicos de phishing enviados cada día), cuyos ataques pueden manifestarse de varias maneras. Los ciberdelincuentes pueden hacerse pasar por una persona o entidad legítima, a través del correo electrónico, las redes sociales u otras formas de comunicación, elaborando mensajes sofisticados y convincentes con el objetivo de engañarlo para que divulgue información confidencial. Podrían ser credenciales de inicio de sesión, contraseñas, control de acceso o cualquier otro activo que pueda permitir a un pirata informático moverse lateralmente por su infraestructura.

Como tal, el phishing ha sido la causa fundamental de muchas filtraciones de datos, casos de fraude de identidad y grandes pérdidas financieras, lo que refuerza la necesidad de una concienciación y vigilancia constantes.

2. Conexiones WiFi no seguras

Trabajar desde espacios públicos o en territorio desconocido a menudo significa conectarse a redes WiFi que pueden ser difíciles de verificar. Los teletrabajadores a menudo pueden encontrarse dentro del alcance de WiFi gratuito o no seguro, lo que puede resultar tentador aprovechar, ya que esto supondrá un alivio al uso de datos móviles limitados, por ejemplo.

Sin embargo, los trabajadores remotos pueden ser vulnerables a actividades delictivas aparentemente insospechadas o inofensivas, como escuchas ilegales y Ataques de hombre en el medio (MITM), donde los ciberdelincuentes pueden interceptar solicitudes de datos no cifrados y comprometer información confidencial.

3. Seguridad laxa

Es posible que muchas capas de ciberseguridad existentes en un entorno de oficina ya no se apliquen a los empleados que trabajan de forma remota. Por ejemplo, la red de la oficina actual estaba respaldada con un firewall seguro y detección y respuesta totalmente administradas (MDR) no estén disponibles para los trabajadores que lleven sus dispositivos al extranjero.

El trabajo remoto implicará procesos modificados de acceso a datos y sistemas que operan fuera de los perímetros convencionales de una pila tecnológica empresarial y, como tal, los profesionales de la seguridad cibernética estarán limitados en las actividades nefastas que puedan detectar y contener.

4. Mala etiqueta de seguridad

El trabajo remoto generalizado puede ampliar drásticamente la superficie de ataque de una organización y, por lo tanto, cada individuo que opere fuera del entorno interno de una empresa verá aumentar su exposición al riesgo, especialmente si su higiene cibernética deja mucho que desear.

El software, los puntos finales y los dispositivos que no están parcheados y desactualizados enfrentan un mayor riesgo de verse comprometidos, mientras que las contraseñas débiles y reutilizadas sin ningún tipo de autenticación representan puntos de entrada más fáciles para los atacantes maliciosos, ya sea que acechen dentro o fuera de la infraestructura. La primera línea de defensa invariablemente implica a las personas, por eso la sensibilización y la formación son vitales.

Protegiendo su fuerza laboral remota

Si bien los riesgos son reales, pueden mitigarse mediante una estrategia de seguridad integral adaptada a los desafíos únicos del trabajo remoto.

Considere las siguientes mejores prácticas como guía para mejorar drásticamente su postura de seguridad cibernética.

1. Implementar la autenticación multifactor(MFA)

MFA, a veces conocida como autenticación de dos factores o TFA, agrega una capa adicional de seguridad al requerir pruebas adicionales de quién está intentando acceder a un archivo, unidad o red. Después de ingresar una combinación de nombre de usuario y contraseña, el sistema puede solicitar un código de un solo uso por correo electrónico, SMS o una aplicación de autenticación separada, o incluso verificación biométrica. Esta capa reduce significativamente el riesgo de acceso no autorizado, incluso si se confiscan los inicios de sesión.

2. Utilice redes privadas virtuales (VPNs)

Las VPN crean una conexión segura y cifrada entre dispositivos remotos y la red empresarial interna principal. Las VPN validan la conexión entre los dispositivos aprobados y la red central, lo que significa que los datos y archivos confidenciales se pueden bloquear en dispositivos en el sitio y en dispositivos que puedan mostrar una conexión válida. Como tal, las solicitudes de datos se mantienen dentro de una capa cifrada de servidor a servidor, incluso si un trabajador remoto está conectado a una red WiFi pública.

3. Establecer políticas y capacitación claras

Los programas de capacitación y las estrictas políticas de seguridad cibernética proporcionarán los criterios mínimos que todos los trabajadores remotos deben cumplir. Definir las expectativas, la etiqueta, las mejores prácticas y los procedimientos de cumplimiento correctos ayudará a garantizar que cada trabajador remoto cumpla con los requisitos de la organización y, por extensión, con las regulaciones a las que esté sujeto. La capacitación periódica sobre concientización sobre las amenazas cibernéticas también ayudará a los empleados a aprender sobre los riesgos emergentes.

4. Haga cumplir prácticas de contraseñas seguras

Una de las mejores capas de defensa es implementar políticas de contraseñas estrictas y complejas que exijan una contraseña única para cada inicio de sesión o cuenta. Puede ser recordarla< /a> todas sus contraseñas, pero el uso de herramientas de administración de contraseñas de nivel empresarial facilitará mucho la generación y el almacenamiento de contraseñas complejas. Como tal, el robo de credenciales será mucho menos probable y frecuente.

5. Monitorear y auditar la actividad remota

El software de monitoreo y auditoría puede ayudar a las organizaciones a controlar toda la actividad de los usuarios remotos. Los registros y pistas de auditoría se pueden revisar retrospectivamente y en detalle para detectar actividades sospechosas, infracciones o datos faltantes. Al mismo tiempo, las empresas pueden restringir el acceso a recursos compartidos basándose en el principio de privilegio mínimo, dando a los trabajadores remotos acceso a los recursos específicos que necesitan y nada más. Como tal, esto reduce el riesgo de movimiento lateral y compromiso de los atacantes que acechan en un sistema.

Adoptar una fuerza laboral remota segura

Puede ser fácil ver el panorama de las ciberamenazas con pesimismo, pero trabajar a distancia teniendo en cuenta la seguridad no es nada difícil. Con las estrategias, la preparación y las herramientas adecuadas, el trabajo remoto seguro puede convertirse en algo natural para los equipos dondequiera que se encuentren, mientras que los recursos y sistemas nativos pueden permanecer estables y operativos. Las medidas proactivas son clave para salvaguardar una fuerza laboral remota y proteger datos e información valiosos, lo que comienza con el conocimiento de las amenazas más comunes y los pasos de mitigación.

A medida que el trabajo remoto continúa ganando impulso, asegúrese de aprovechar todos los requisitos legales y reglamentarios para trabajar en países específicos. En Telework Andalucía, podemos ofrecerle asesoramiento práctico y experto sobre el desarrollo empresarial y los procedimientos legales que necesita sin importar desde dónde planee trabajar. . Para saber cómo empezar, recomendamos contactar con nuestros consultores que pueden ayudar a empresas y profesionales privados dentro y fuera de la UE que quieran trabajar de forma remota.

Autor: Justin Aldridge

 


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